miércoles, 10 de junio de 2009
Perdón por la interrupción
Ya sé que no había hecho más que empezar y ya hace un siglo que no escribo nada. Y eso que queda MUCHIIIISSSIMO que contar, pero la vida es así, larga y dura como mi p....oy, perdón, ese es el chiste malo que los macarras de mi clase hacían en el instituto. En serio, entre el trabajo y el boxeo (dios, que interesante soy) no tengo tiempo pa'na. ¡Pero juro que pronto volveré! Amen.
lunes, 4 de mayo de 2009
El gallinero
Estabais deseosos de leer más sobre Papá, ¿a que sí?
En esta entrada no os voy a hablar de él, si no de un lugar muy especial para él: su gallinero. En realidad más que un gallinero parece un chalet con vistas: dos habitaciones, un baño (sí, BAÑO), sistema de alarma, terraza, arbolitos... ¿A que os dan ganas de alquilarlo para pasar un fin de semana? A ver, os explico: cuando los vecinos restauraron la casa mi padre recogió las tablas, ventanas, uralita... y con ellas construyó el gallinero-palomar-casa de vacaciones. Pero ahí no queda la cosa, claro, si no tampoco sería para tanto.
El gallinero está dividido en tres partes: la habitación de las gallinas, la de las palomas y un patio valladito donde pueden salir a pasear y hacer lo que hacen las aves normalmente a la sombra de una parra y de un arbolillo (para que no les dé una insolación a las pobriñas). Los dormitorios son bastante normalitos, ahí no se esmeró con la decoración, pero el patio le quedó... Hay un lavabo que hace de piscina, un báter que hace de maceta de un geranio, una cesta de navidad donde anidan los canarios, una señal de velocidad limitada a 80 (es que estas gallinas de hoy en día te son muy rápidas).
Pero el colmo de la sofisticación es el sistema de alarma. Sí,sí con pin y todo. Consiste en una calculadora atornillada al lado de la puerta. La seguridad ante todo.
En esta entrada no os voy a hablar de él, si no de un lugar muy especial para él: su gallinero. En realidad más que un gallinero parece un chalet con vistas: dos habitaciones, un baño (sí, BAÑO), sistema de alarma, terraza, arbolitos... ¿A que os dan ganas de alquilarlo para pasar un fin de semana? A ver, os explico: cuando los vecinos restauraron la casa mi padre recogió las tablas, ventanas, uralita... y con ellas construyó el gallinero-palomar-casa de vacaciones. Pero ahí no queda la cosa, claro, si no tampoco sería para tanto.
El gallinero está dividido en tres partes: la habitación de las gallinas, la de las palomas y un patio valladito donde pueden salir a pasear y hacer lo que hacen las aves normalmente a la sombra de una parra y de un arbolillo (para que no les dé una insolación a las pobriñas). Los dormitorios son bastante normalitos, ahí no se esmeró con la decoración, pero el patio le quedó... Hay un lavabo que hace de piscina, un báter que hace de maceta de un geranio, una cesta de navidad donde anidan los canarios, una señal de velocidad limitada a 80 (es que estas gallinas de hoy en día te son muy rápidas).
Pero el colmo de la sofisticación es el sistema de alarma. Sí,sí con pin y todo. Consiste en una calculadora atornillada al lado de la puerta. La seguridad ante todo.
lunes, 27 de abril de 2009
Empezaré con las anécdotas, pues.
Ya que mis seguidores lo reclaman (me hago la interesante, mi único seguidor es mi chico) comenzaré a contaros la barrenadas de Papá.
No sé si fue la primera que se le ocurrió, pero sí es la primera que yo recuerdo. Fue hace bastantes años, cuando Mi Hermana tenía 2 años. Por aquel entonces yo iba al cole, Mamá trabajaba por las mañanas y Papá trabajaba 24 horas y libraba 72, con lo cual era el que cuidaba de la enana.
Como ya he dicho le gustan mucho los animales y las plantas, así que todo el tiempo que tiene libre se lo pasa haciendo injertos y cuidando bichos en la finca, con lo cual se llevaba al bicho que era Mi Hermana con él. Os podéis imaginar como acababa una niña de 2 años, mala como un dolor, entre plantas y animales, y encima en un terreno cuesta abajo... Pues de mierda hasta las orejas.
Un buen día, Mamá me fue a recoger a la salida del cole y nos fuimos a casita a comer, como siempre, pero no sabéis qué no encontramos... Cuando salimos al patio vimos venir hacia nosotras una especie de ser enano, que caminaba con dificultad porque no tenía articulaciones en las rodillas, con un pantalón de un extraño material plateado. El caso es que Papá se había cansado de cambiar a la niña de ropa unas 117 veces al día, y de que se rompiese los pantalones ¡Así que le había envuelto las piernas en cinta americana! Su mejor solución fue plastificarla, como es normal. Imaginaos la pobre, medio lisiada, casi sin movilidad...
Eso si, el pantalón al final del día estaba de lo más limpito.
No sé si fue la primera que se le ocurrió, pero sí es la primera que yo recuerdo. Fue hace bastantes años, cuando Mi Hermana tenía 2 años. Por aquel entonces yo iba al cole, Mamá trabajaba por las mañanas y Papá trabajaba 24 horas y libraba 72, con lo cual era el que cuidaba de la enana.
Como ya he dicho le gustan mucho los animales y las plantas, así que todo el tiempo que tiene libre se lo pasa haciendo injertos y cuidando bichos en la finca, con lo cual se llevaba al bicho que era Mi Hermana con él. Os podéis imaginar como acababa una niña de 2 años, mala como un dolor, entre plantas y animales, y encima en un terreno cuesta abajo... Pues de mierda hasta las orejas.
Un buen día, Mamá me fue a recoger a la salida del cole y nos fuimos a casita a comer, como siempre, pero no sabéis qué no encontramos... Cuando salimos al patio vimos venir hacia nosotras una especie de ser enano, que caminaba con dificultad porque no tenía articulaciones en las rodillas, con un pantalón de un extraño material plateado. El caso es que Papá se había cansado de cambiar a la niña de ropa unas 117 veces al día, y de que se rompiese los pantalones ¡Así que le había envuelto las piernas en cinta americana! Su mejor solución fue plastificarla, como es normal. Imaginaos la pobre, medio lisiada, casi sin movilidad...
Eso si, el pantalón al final del día estaba de lo más limpito.
domingo, 26 de abril de 2009
Biografía
Antes de comenzar con las anécdotas en sí mismas os voy a contar un poco sobre la vida de mi padre (a partir de este momento Papá, con mayúscula).
Papá nació hace 53 años en un pueblacho cerca de esta "gran ciudad" en la que vivimos actualmente (si, todavía vivo con mis padres, qué pasa. Mejor dicho, vivo de mis padres). Después de currar como un negro cuando era pequeño en el negocio familiar decidió que quería estudiar arquitectura, así que lo mandaron a Coruña. Tras dos años allí, y sólo 1 asignatura aprobada (no es que Papá sea tonto, es que es muy listo, y la calle de los vinos y el mus ocupaban todo su tiempo) su padre, es decir mi abuelo, se lo trajo de vuelta por las orejas; así acabó la posibilidad de que actualmente tuviese un padre arquitecto y forrado de pasta, aunque con esto de la crisis de la construcción no sé como nos iba a ir ahora...
El caso es que de vuelta aquí conoció a mi madre (en lo sucesivo Mamá) con la que se casó de penalty, como era la tradición en aquella época. Fruto de esa relación colmada de amor nacimos dos lurpias, como él nos llama: Yo, la mayor y Mi Hermana, 7 años menor.
Estaréis pensando que no os importa un carajo todo esto, pero como el blog es mío escribo lo que quiero, además quiero que conozcáis bien a Papá, que es muy entrañable.
Después de un montón de trabajos de mierda, Papá, que ya os dije que tonto no era, aprobó a la primera las oposiciones para bombero municipal. Por cierto, no os lo había dicho, Mamá es enfermera. Si, como dijo una vez mi novio: mis padres son como una fantasía sexual, un bombero y una enfermera.
Tras unos 10 años de servicio sufrió un accidente de trabajo (que mal lo pasamos, por cierto), lo que le obligó a retirarse. Y así es cómo Papá se convirtió en Bombero Retirado, aunque si lo pienso bien, sus ideas incendiarias ya venían de antes...
Papá nació hace 53 años en un pueblacho cerca de esta "gran ciudad" en la que vivimos actualmente (si, todavía vivo con mis padres, qué pasa. Mejor dicho, vivo de mis padres). Después de currar como un negro cuando era pequeño en el negocio familiar decidió que quería estudiar arquitectura, así que lo mandaron a Coruña. Tras dos años allí, y sólo 1 asignatura aprobada (no es que Papá sea tonto, es que es muy listo, y la calle de los vinos y el mus ocupaban todo su tiempo) su padre, es decir mi abuelo, se lo trajo de vuelta por las orejas; así acabó la posibilidad de que actualmente tuviese un padre arquitecto y forrado de pasta, aunque con esto de la crisis de la construcción no sé como nos iba a ir ahora...
El caso es que de vuelta aquí conoció a mi madre (en lo sucesivo Mamá) con la que se casó de penalty, como era la tradición en aquella época. Fruto de esa relación colmada de amor nacimos dos lurpias, como él nos llama: Yo, la mayor y Mi Hermana, 7 años menor.
Estaréis pensando que no os importa un carajo todo esto, pero como el blog es mío escribo lo que quiero, además quiero que conozcáis bien a Papá, que es muy entrañable.
Después de un montón de trabajos de mierda, Papá, que ya os dije que tonto no era, aprobó a la primera las oposiciones para bombero municipal. Por cierto, no os lo había dicho, Mamá es enfermera. Si, como dijo una vez mi novio: mis padres son como una fantasía sexual, un bombero y una enfermera.
Tras unos 10 años de servicio sufrió un accidente de trabajo (que mal lo pasamos, por cierto), lo que le obligó a retirarse. Y así es cómo Papá se convirtió en Bombero Retirado, aunque si lo pienso bien, sus ideas incendiarias ya venían de antes...
¡Ya voy, ya voy!
Sé que todos estais deseando conocer a ese entrañable ser, amante de la familia y de los animales, que es mi padre. He de deciros que es un tipo muy peculiar, aunque eso ya se supone, si no el dedicarle un blog no tendría sentido. Pronto empezaré a contaros sus locuras (aunque si lo pienso, realmente no son locuras, son cosas con mucho sentido).
Bueno, pues eso, que no desespereis.
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